«El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló». (Isaías 9,1-2)
«El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló». (Isaías 9,1-2)
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, que el mundo te espera!
Viene el Señor y nos invita a cambiar... ANUNCIAD LA CONVERSIÓN
Los profetas mantenían
encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos
esta luz.
El viejo tronco está rebrotando,
florece el desierto. La humanidad entera se estremece porque Dios se
ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de nosotros, Señor, te
abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y
mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
¡Ven pronto, Señor. Ven,
Salvador!
Encendemos, Señor, esta luz, como aquél que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
En esta primera semana del Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús. Ven, Señor Jesús!
El Consejo de Pastoral de la Unidad Pastoral a vuelto a reunirse.
Para saber más sobre ello, pincha en el enlace